jueves, 19 de julio de 2012

CRISTO DIOS, QUE EN UN MADERO MORISTE


Cristo Dios, que en un madero
Moriste, Señor por mí,
Hoy amarome de ti,
Pues por tu ley santa muero.
No mires a mis pecados,
Sacro-Santo redentor,
Más con puro y grande amor
Sean por ti perdonados.
De mi parte está ofenderte
De la tuya el perdonarme,
No quieras desampararme,
Pues acierto a conocerte.
Muy grandes son mis pecados,
Bien lo tengo en la memoria
Más, señor, misericordia;
Sean por ti perdonados.
Que te ofendí lo confieso
Que fui malo y que fui traidor;
Más no me juzgues Señor,
Conforme a mi pecador.
Conforme a tu gran bondad
Me juzga muy gran Señor,
No mires mi grande error,
Ni mi perversa maldad.
Recibe, Señor mi alma,
Que presto estará en tus manos,
Y el cuerpo entre los gusanos
Se quedará puesto en calma:
Hasta que vengas, Señor,
A juzgar a vivos y a muertos,
Quedaré en estos desiertos,
Aguardando en tu favor.


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