jueves, 19 de julio de 2012

LA SAMARITANA


Un viernes partió el señor para la ciudad de Samaria, antes de llegar a ella el calor le fatigaba, tanto que a un pozo que vio derecho se encamina y sobre el brocal sobre el brocal recostase como que cansado estaba, al punto vio que venía a la misma que esperaba, con un cántaro en la mano y era la samaritana. Pidió el Señor que le diera una poquita de agua, que él en premio le daría otra de más importancia, que jamás tendría sed como llegara a gustarla. Pues si tiene tal virtud, dame señor de esa agua para nunca tener sed;  y el Señor le dijo:
Agua da, ve a casa y llama a tu marido y ven con él en compañía, que no es bueno que una señora de la ciudad sola salga; a lo que ella contestó, sin saber quien hablaba: Señor ni tengo marido, ni soy casada; y el Señor le contestó:
Y dices bien Samaritana. Tuviste 5 galanes, dando escándalo en Samaria aunque este cántaro es encubridor de tu infamia; Reforma mujer tu vida, no viva descuidada, palabras fueron aquellas de muchísima eficacia, entonces la pecadora abrió los ojos de alma. Y le dice dulce Jesús, tu eres profeta que mis pecados declaras y penetras en mi interior sin que se te oculte nada, si lo eres dímelo, y el señor así lo habla: No soy profeta que soy esfera más alta, soy hijo de padre eterno, del mesías que me aguarda, que desde el cielo he venido para redimir las almas. Quebró el cántaro, y al punto volvió al mundo las espaldas, así las volvamos todos para bien de nuestras almas.

Después que fue convertida la bella samaritana, así clamaba al Mesías:
Señor, queréis que me vaya a acabar con vos mi vida;
dijo le Cristo clemente:
Antes a mi patria excelsa, a Samaria iras prudente a predicar la doctrina de mi padre omnipotente, entonces con gran fervor ella ya se despedía de su eterno redentor con alegría muy pía, decía con gran fervor: Adiós pozo de Jacob, adiós archivo profundo, adiós engañoso error, adiós galanes y mundo, que me voy con el Señor, adiós carrucha pozal, adiós carril ponzoñoso, adiós soga de terror, adiós agua cristalina, ya se acabó mi ilusión y me voy con el señor a acabar con vos mi vida.

Amén, Jesús.

De Rosica la del Tonterías.

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